
En cuanto a valor nutritivo se refiere, la sal del Himalaya puede ser más
recomendable que la sal blanca que tradicionalmente consumimos, que es sometida a un proceso de refinamiento de forma artificial. Además, a diferencia de la sal común que únicamente contiene cloruro de sodio y yodo (que es añadido), la sal del Himalaya tiene una composición mineral mucho más rica, donde también encontramos sulfato de calcio, potasio, magnesio, hierro, manganeso, yodo, flúor, zinc, cromo, cobalto y cobre.